lunes, 25 de octubre de 2010

LA HORA Y LOS HECHOS

LA IMPORTANCIA DE LA HORA PARA TODOS LOS ACONTECIMIENTOS. RECUERDE, LA HORA NO ES LA IMPORTANTE, ES EL ACONTECIMIENTO EN EL MOMENTO PRECISO.(JA)

viernes, 10 de septiembre de 2010

TURISMO DESMEDIDO


TURISMO DESMEDIDO (boundless tourism)
Por Jorge Amonzabel
En la vida del planeta y, en particular; en la cotidianeidad de los habitantes del mundo, los términos que acuñamos revelan algunas acciones y hechos que sobresalen de las otras. O tienen una significación que expone lo bueno o lo malo de la situación o del objeto. Turismo desmedido (boundless tourism) surge, cuando las estadísticas y los desplazamientos de turistas entre continentes y pasíses crecen y el número de visitantes a los destinos turísticos más codiciados aumenta. Las respuestas constantes de hoteles, operadores y agencias de turismo, inclusive de líneas aéreas, transporte lacustre y terrestre; se repiten una y otra vez: “Estamos llenos”, “no hay espacio”, “cerramos”, (This flying is full. There are not place. This hotel are full. “no rooms”. "Closed". “Oversale” “No vancancies”) y, otras similares; con el objeto de explicar que la medida establecida o determinada para ocupar los espacios disponibles fue completada o rebasa el número estimado de pasajeros. Asimismo, Empresas de renta de automóviles, cruceros, carros de circuito cerrado, atractivos ubicados en ciudades demandadas de turistas, parques temáticos y paquetes locales, son colmados por la demanda y no están disponibles.

Últimamente, lugares arqueológicos, parques naturales, zonas de reserva y maravillas naturales e intervenidas por el hombre, son destinos turísticos colmados de visitantes que uno tras otro llegan y pasean, se posesionan y asientan por corto o mediano tiempo. Pocos disfrutan del atractivo, porque el gentío y el interminable número de grupos que transita, impide una contemplación adecuada, un esparcimiento satisfactorio y una calidad en el disfrute. Asimismo, y en contraposición a las visitas masivas, que por cierto son lucrativas para los países y, especialmente para las ciudades beneficiarias de los destinos; exige un alto número de personal calificado, preparado y disponible. Requiere de servicios y una infraestructura de administración y operaciones suficiente y en correspondencia a los trabajadores y empleados permanentes. La rotación de turistas, además de incrementar el material y accesorios básicos del destino, aumentan las pretensiones individuales del confort, el cuidado y los ofrecimientos en alimentos y, recuerdos. Corrientemente, lugares “vírgenes”, “naturales” y zonas restringidas, acogen turistas bajo reglas firmes, a manera de no afectar el hábitat o los lugares y las piezas arqueológicas. Las limitaciones, en algunos lugares son conocidas y los reglamentos también. Sin embargo, a pesar de ello el flujo de visitantes ha desarrollado y crece cada vez más.

Desde los gobiernos nacionales y locales y, las instancias de regulación del turismo y los aportes en normar los flujos y los contingentes de arribos a destinos turísticos codiciados, se han tratado de reglamentar para conservar los atractivos y lo que conlleva éstos. Asimismo, desde las organizaciones internacionales y empresas privadas del sector, han buscado equilibrar la afluencia de usuarios de los servicios; para evitar dificultades y deterioro de la actividad y del destino. Sin embargo, el fenómeno turístico es tan autónomo de los elementos y factores que coadyuvan su desarrollo que muchas “autoridades y decisores” nacionales y locales, públicas y privadas; han perdido el control de los resultados a los que presiona la realidad del flujo turístico.
En las estadísticas y en la contabilidad del turismo, se han realizado simulaciones y testeo sobre el deterioro de los atractivos turísticos, el desgaste de la infraestructura, la debilidad de los materiales y piezas que tienen ciertos destinos (áreas verdes, planta y árboles, centros arqueológicos, parques, reservas, museos, galerías de arte, villas comunitarias, etc.) y que en el tiempo pueden colapsar por el manipuleo e intervención humana o efectos ambientales, por estar expuestas a cambios en la temperatura, el polvo, la polución del aire, etc. Se han establecido, en algunos países, elementos para cuantificar la capacidad de carga de un atractivo o una actividad turística en un determinado lugar. En muchas partes del mundo, las autoridades relacionadas con el turismo han calificado que los atractivos no son renovables, inclusive, el deterioro cultural, por la influencia externa o el uso inapropiado de los visitantes. La planificación no es exhaustiva y se evita el lado obscuro, como le llaman algunos; del turismo. Cada lugar, cada destino tiene un compás de desgaste, un nivel de soportar la degradación o consumo. Realidad que debe ser medida o estimada, según sea el caso. Hasta hoy, no hay una formula. Se han hecho intentos y planteado métodos, algunos los utilizan otros no proveen la información correcta y, el flujo de turistas crece y ante la falta de planificación adecuada y normas suficientemente eficaces para disminuir el riesgo de pérdida; hay extremistas que consideran apropiado declarar “veda” (obstaculizar visitas o ingresar en cuarentena forzada el atractivo).

Las interrogantes para hoy son ¿Asignamos una medida al turismo? Es decir; ¿Orientamos nuestra planificación, hasta donde sea posible, para establecer límites para el flujo de visitantes y actividades en lugares y recintos susceptibles de desgaste sin renovación, para la oferta y para la disponibilidad de los atractivos. Cuando, el descontrol esta en progreso y la actividad del turismo sigue creciendo? O ¿Nos proponemos medir, no solo la carga turística o del turismo; sino los efectos e impactos negativos que se están produciendo y están provocadas por el agotamiento y la ruptura de las estructuras de lugares y atractivos? La solución se pensó encontrarla en el turismo sostenible, que pregona una conservación ambiental, una garantía de preservación sociocultural y una renta equilibrada y sostenible en el tiempo. Más es una aspiración sincera, pero aplicada.

El calentamiento global, el efecto invernadero, el retroceso de los glaseares y, en síntesis; lo que hoy llamamos cambio climático: Con efectos e impactos graves en los recursos naturales renovables y no renovables. Por consiguiente, amenazas en destinos turísticos naturales y lugares de mayor flujo turístico. Son amenazas dinámicas que aceleran desgaste y debilitan las condiciones de enfrentarlas por la humanidad. Los gobiernos y la empresa privada tienen capacidad limitada y están consientes que no pueden cambiar esta realidad, solo atenuarla. A esto se suman, los intereses particulares de quienes ostentan poder sobre las industrias, el comercio y los servicios que, por principio de sobrevivencia financiera y económica; están acumulando materias primas, productos no renovables y tecnología. Y sin ninguna medida alientan al disfrute, la recreación y uso desmedido de los medios para satisfacción individual; monopolizando destinos y vulnerando disposiciones y centros únicos, sin medir las consecuencias. Convirtiéndose así en agentes para un turismo desmedido. (J. Amonzabel)

sábado, 28 de agosto de 2010

BIENAL DE ARQUITECTURA EN BOLIVIA

COP 16


La COP 16* un Bluff, México espera y Cancún se contamina

¿Por qué?
Porque no tiene esperanza un entendimiento entre los gobiernos.
Sí, porque no está preparando el evento desde un enfoque inclusivo y solución de diferencias.
Sí, porque no está organizando con los países en desventaja o los gobiernos con condiciones menos favorables para enfrentar una fuerte sacudida de las emisiones de dióxido de carbono y de las bravuras de la naturaleza.
¡Que es un bluff, sí lo es! O que demuestren lo contrario en noviembre 2010.

( Jorge Amonzabel )

*COP 16 es el encuentro de partes de los gobiernos del mundo promovidos por la ONU para dar solución a las emisiones de dióxido de carbono y otros temas de protección ambiental.

"CURSO ESTRATEGICO"

miércoles, 2 de junio de 2010

Informe: Inseguridad ciudadana sin control

Sin duda la seguridad ciudadana es una prioridad para el Estado. Por consiguiente, todas las instituciones son responsables, no es solo la policía la que debe participar o decidir sobre ello. Los efectos de la delincuencia lo sufre la población y, cuanto menos control o falta de administración de justicia para sancionar la delincuencia, el crecimiento de los delitos y el grado al que llega la inseguridad es la sensación de las personas sobre la falta de protección física e intangible.

Las estadísticas policiales en Bolivia son reflejo de la inseguridad. El índice delictivo aumentó en 452,2 por ciento en todo el país para el primer semestre de 2009. El número de casos delictivos atendidos se elevó de 3.557 en los primeros meses del año pasado a 16.084 el 2009, lo que representa el 452,2. Las ciudades más vulnerables y que más sufren por el incremento de la violencia y el delito son Santa Cruz, Cochabamba y La Paz, donde se producen decenas de hechos delictivos diariamente. En El Alto, el promedio es de diez delitos graves por día y unos 300 al mes, entre los que no se toma en cuenta las faltas y contravenciones tales como peleas familiares o agresiones verbales, que atienden las comisarías distribuidas en esa urbe.

Entre atracos, homicidios, asesinatos y suicidios en la ciudad de El Alto en el primer trimestre de 2009 se produjeron 127 casos.

El otro problema íntimamente relacionado a la seguridad ciudadana, es el crecimiento del narcotráfico. La Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) informó, que desde enero hasta junio se logró incautar alrededor de 15 toneladas de pasta base y clorhidrato de cocaína. La policía admite que en el país se produce más droga y que aumentó la presencia de foráneos que se dedican a esta ilícita actividad. Cada tanto se detienen extranjeros, procedentes del Perú y Colombia. En los más de 507 operativos realizados en 2008, se incautó 1.123 toneladas de droga, de las cuales 12 toneladas con 111 kilos fueron cocaína. La cantidad de marihuana hallada es la más elevada del quinquenio.

Esta incontrolable la acción de la inseguridad en los diversos campos de actividad de Bolivia. Inclusive, el Presidente de Bolivia convocó a las autoridades de los órganos Legislativo y Judicial a reunirse con el poder ejecutivo durante el presente año a una reunión para resolver problemas, entre ellos, la necesidad de restablecer la seguridad ciudadana.

Inseguridad se presenta también cuando no hay independencia de poderes en un Estado. O cuando los poderes no cumplen con sus competencias y permiten intervención u omisión en los procesos y en sus acciones, dejando al ciudadano confundido y desamparado.
El delicado problema de no atender la seguridad ciudadana socava la estructura del Estado y permite la sensación de inseguridad de su población. Una reunión al más alto nivel tiene que tomar decisiones drásticas para mitigar la inseguridad del ciudadano.
Cada poder tiene que incluir en su agenda temas estructurales a solucionar y programas la interrelación con los otros poderes, en aras a disminuir los efectos e impactos de un control deficiente de la delincuencia y la criminalidad. (Jorge Amonzabel)

El Estado y la Inseguridad ciudadana
Sin duda la seguridad ciudadana es una prioridad para el Estado. Por consiguiente, todas las instituciones son responsables, no es solo la policía la que debe participar o decidir sobre ello. Los efectos de la delincuencia lo sufre la población y, cuanto menos control o falta de administración de justicia para sancionar la delincuencia, el crecimiento de los delitos y el grado al que llega la inseguridad es la sensación de las personas sobre la falta de protección física e intangible.

Las estadísticas policiales en Bolivia son reflejo de la inseguridad. El índice delictivo aumentó en 452,2 por ciento en todo el país para el primer semestre de 2009. El número de casos delictivos atendidos se elevó de 3.557 en los primeros meses del año pasado a 16.084 el 2009, lo que representa el 452,2. Las ciudades más vulnerables y que más sufren por el incremento de la violencia y el delito son Santa Cruz, Cochabamba y La Paz, donde se producen decenas de hechos delictivos diariamente. En El Alto, el promedio es de diez delitos graves por día y unos 300 al mes, entre los que no se toma en cuenta las faltas y contravenciones tales como peleas familiares o agresiones verbales, que atienden las comisarías distribuidas en esa urbe.

Entre atracos, homicidios, asesinatos y suicidios en la ciudad de El Alto en el primer trimestre de 2009 se produjeron 127 casos.

El otro problema íntimamente relacionado a la seguridad ciudadana en Bolivia, es el crecimiento del narcotráfico. La Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) informó, que desde enero hasta junio se logró incautar alrededor de 15 toneladas de pasta base y clorhidrato de cocaína. La policía admite que en el país se produce más droga y que aumentó la presencia de foráneos que se dedican a esta ilícita actividad. Cada tanto se detienen extranjeros, procedentes del Perú y Colombia. En los más de 507 operativos realizados en 2008, se incautó 1.123 toneladas de droga, de las cuales 12 toneladas con 111 kilos fueron cocaína. La cantidad de marihuana hallada es la más elevada del quinquenio.

Esta incontrolable la acción de la inseguridad en los diversos campos de actividad de Bolivia. Inclusive, el Presidente de Bolivia convocó a las autoridades de los órganos Legislativo y Judicial a reunirse con el poder ejecutivo durante el presente año a una reunión para resolver problemas, entre ellos, la necesidad de restablecer la seguridad ciudadana.

Inseguridad se presenta también cuando no hay independencia de poderes en un Estado. O cuando los poderes no cumplen con sus competencias y permiten intervención u omisión en los procesos y en sus acciones, dejando al ciudadano confundido y desamparado.

El delicado problema de no atender la seguridad ciudadana socava la estructura del Estado y permite la sensación de inseguridad de su población. En todo Estado, una reunión al más alto nivel tiene que tomar decisiones drásticas para mitigar la inseguridad del ciudadano y permitir que cada poder ejerza su competencia.

Cada poder tiene que incluir en su agenda temas estructurales a solucionar y programas la interrelación con los otros poderes, en aras a disminuir los efectos e impactos de un control deficiente de la delincuencia y la criminalidad. (Jorge Amonzabel)

INSEGURIDAD V

INSEGURIDAD IV

INSEGURIDAD III

LA INSEGURIDAD EN LA SOCIEDAD, continuación

31. Falta de coordinación entre la policía nacional y los policías municipales.
32. Falta de actuación de la policía de acuerdo a los problemas de cada lugar.
33. Falta de especialización policial.
34. Escaso equipo y condiciones técnicas para actuar de la policía de acuerdo a la complejidad de los delitos.
35. Falta de planes y programas coordinados de la policía y las instancias relacionadas con la seguridad de las personas y propiedades.
36. Debilidad de la Policía científica y de la inteligencia policial.
37. Falta de acceso a las instancias policiales correspondientes por parte de la ciudadanía.
38. Difusa división de funciones policiales y niveles técnicos de los policías.
39. Falta de una central de coordinación de emergencias, desastres e información de seguridad: nacional, departamental y municipal.
40. Falta de una instancia que armonice el uso de recursos humanos, logísticos, materiales, tecnológicos y otros.
41. Débil o confusa información de las instancias competentes acerca de: Personas perdidas, zonas vulnerables, antecedentes penales, órdenes de captura y certificaciones de propiedad.
42. Débil información individual de casos delictivos y penales en contenido y tiempo.
43. Débil condición de recursos de los institutos forenses y laboratorios especializados en criminalística con tecnología en genética, dactiloscopia y otros
44. Falta de competencias en las unidades de investigación por limitaciones de área, territorio o región geográfica.
45. Manipulación política de oficiales y jefes.
(Jorge Amonzabel)

LAS INSEGURIDADES EN LA SOCIEDAD

Por: Jorge Amonzabel
Escrito anteriormente para el Instituto de Estudios de Inseguridad Ciudadana - IEIC y luego Instituto de Investigación y Estudios de la Inseguridad como Puntos básicos para un programa de Seguridad)

En la ciudad y lo urbano:
1. Espacios públicos abandonados de iluminación, de control policial y de condiciones confortables para acoger a los ciudadanos en todo momento.
2. Jóvenes y adolescentes ebrios o drogados en plazas, calles o caminando.
3. Jóvenes y adolescentes delincuentes por las avenidas, calles y plazas.
4. Violencia en la calle entre ciudadano sin sanción.
5. Abuso policial en el control ciudadano.
6. Movimientos masivos de personas contra la autoridad competente para evitar el ejercicio del derecho.
7. Decisiones de la autoridad, contrarias a las disposiciones legales vigentes.
8. Falta de control en juegos o tilines abiertos en horarios de clases.
9. Unidades educativas permeables a la ausencia escolar.
10. Delincuentes no rehabilitados libres y sin supervisión.
11. Sistema carcelario sin programas de rehabilitación.
12. Falta de un sistema carcelario con programas laborales para liberados.
13. Falta de Programas locales de inserción a reos libres a la sociedad.
14. Flagrante impunidad del delito.
15. Sistema judicial débil o ineficaz.
16. Violación de derechos constitucionales y legales de los ciudadanos.
17. Falta de transparencia y facilidad de comprensión del sistema judicial.
18. Sistema judicial lento en fallos y sentencias.
19. Administradores de justicia discriminadores.
20. Negligencia funcionaria.
21. Justicia penal de menores y mayores sin distinción y sin opciones de diferenciación en la sanción.
22. Falta de sanciones de servicio comunitario y acciones supervisadas para rehabilitación.
23. Falta de sanciones categorizadas y efectivamente identificadas.
24. Falta de normativa adecuada considerando género y condición generacional.
25. Exitencia de normas que condenan a prisión con inhabilitación total.
26. Recintos carcelarios sin adecuadas condiciones para vivir.
27. Superpoblación y hacinamiento en penitenciarias.
28. Falsa o débil integración de la policía a la población.
29. Desconocimiento o falta de comprensión de la función policial en los distintos ámbitos.
30. Falta de coordinación entre los servicios de seguridad del Estado.
(Jorge Amonzabel)